Consumo de líquidos
PRECAUCIÓN CON SU PESO SECO Y CONSUMO DE LÍQUIDOS
Durante esta etapa se puede presentar una disminución de la eliminación de agua y pueden aparecer ciertos malestares, como el aumento de peso corporal por retención de líquidos, aumento de la presión arterial e hinchazón (edema). Éste último se puede observar en los tobillos, párpados, cara, manos y abdomen. En situaciones graves se puede presentar acumulación de líquidos en los pulmones. Esta complicación, que puede generar dificultad para respirar, se denomina edema pulmonar.
Se debe contabilizar y controlar la ingesta de líquidos como agua, café, té, leche, yogurt, bebidas, sopas, caldos. No olvidar la jalea, hielo y helado, los cuales son considerados alimentos líquidos. Uno de los cambios más difíciles para los pacientes es controlar su ingesta. Por ello, es fundamental encontrar el equilibrio: beber cantidades pequeñas y tener claridad de la cantidad máxima diaria de líquido. Es importante considerar que el volumen debe ser individualizado y se puede ir trabajando en estrategias para reducir y controlar la sed.
El consumo de sal está relacionado con la sensación de sed aumentada, es por esto que se recomienda cocinar sin sal. Sin embargo, a la mayoría de los pacientes les parece que los alimentos tienen un sabor extraño sin sal, dado que, en nuestra cultura, la sal es un condimento que se utiliza con alta frecuencia.
¡Recuerde!
- Controlar la ingesta de líquidos
- Reduzca su consumo de sal y evite sustitutos
- Opte por utilizar hierbas aromáticas y especias para condimentar preparaciones